¿Quiénes somos?

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MISIÓN

Brindar educación especial a niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual grave y profunda, mediante programas individuales e intensivos, desarrollando su potencial intelectual, emocional y motriz para impulsar al máximo su autonomía y mejorar su calidad de vida.

VISIÓN

Ser un Centro educativo reconocido internacionalmente, autosustentable y de vanguardia que se distinga por su calidad humana, profesionalismo y la excelencia de sus servicios, con un personal altamente calificado que atienda a un mayor número de familias y que contribuya a la sociedad a través de investigación y de capacitaciones a quienes se encuentran en el ámbito de la educación especial.

 
VALORES

Responsabilidad

Servicio

Orden

Eficiencia

Amor

Constancia


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HISTORIA

 

Foto Abuelita y Luly

Gloria María de Lourdes vio la luz del mundo el 31 de mayo de 1960. Luly es la menor de una familia de 7 hermanos: Ma. Valentina, José Francisco, Arturo, Alfonso, Cecilia María, y Adriana Georgina. Cuando Luly nació, José y Valentina Hernández De la Torre, sintieron desfallecer ante el tajante diagnóstico del médico: “No hay nada qué hacer. Su hija va a ser un vegetal. Su vida será corta”.

“No hay nada qué hacer. Su hija va a ser un vegetal. Su vida será corta”.

“Si la envían a una institución en Estados Unidos por ocho o 10 años”, continuó el eminente neurólogo, “quizá puedan lograr algún pequeño avance, pero no se ilusionen.” En aquellos instantes que parecían eternos, Valentina imploró: “Por favor no te la lleves, Señor. No me voy a separar de ella, lo único que puedo darle es amor, y prometo trabajar por mi niña toda la vida”.

Luly nunca fue como los otros bebés, si la acostaban en la orilla del sillón no se movía, tampoco succionaba. Cuando la pequeña Lourdes contaba ya con tres años, era una niña con ojos muy abiertos y cabello negro, incapaz de llorar, comer o emitir cualquier sonido que no fuera gutural. Había nacido con anoxia, una falta de oxígeno en los tejidos y el cerebro que se tradujo en la pérdida de funciones cognitivas, motoras y de lenguaje. 

En ese tiempo, no existía una institución en Nuevo León donde atendieran a Luly. Por lo que sus padres José y Valentina se dieron a la tarea de investigar lugares donde los pudieran ayudar. Valentina comenzó a cartearse con especialistas de escuelas norteamericanas para pedir información y material sobre la discapacidad intelectual profunda.

Así, después de buscar varias instituciones, Valentina asistió al Instituto Saint Mary’s en Luisiana, el cual tenía una habitación destinada a los niños con lesión cerebral severa. Era un cuarto amplio, decorado muy bonito. Las religiosas que trabajaban ahí atendían a los niños con esmero, pero ellos estaban tendidos sobre sus camas, y solamente los levantaban y los volvían a colocar en la misma posición.

Valentina continuó recorriendo las instalaciones. Unos chiquitos se acercaron a ella y la abrazaron. En ese momento ella comprendió que las personas con discapacidad intelectual son felices y transparentes, y responden a los estímulos y al amor. Esa fue la inspiración para solicitar a las religiosas la capacitación para abrir una Institución en México. Valentina tenía la firme intención de crear un centro en Monterrey, dirigido a los pequeños con retraso profundo.

UntitledPara entonces, Valentina se había carteado con Bob Kennedy, pues su hermana Rosemary padecía discapacidad profunda y estaba internada en la Escuela de Santa Coletta, en Jefferson, Wisconsin. De ese intercambio de palabras surgió la posibilidad de hablar con las religiosas del lugar.

Valentina y su hija Marival de 19 años de edad, fueron las receptoras y transmisoras de los más avanzados métodos americanos. El proceso no fue fácil pues por medio de cartas la hermana de Luly se comunicaba con sus papás desde Wisonsin para decirles lo que estaba aprendiendo y qué materiales necesitaba para su hermana. Con el entrenamiento de las religiosas, adoptaron el modelo de Santa Coletta, que es junto con otras terapias de vanguardia, la metodología que aún se lleva en el centro.

Al poco tiempo, Valentina junto con su esposo y con otro grupo de padres de familia, fundaron el Centro Regiomontano de Educación Especial, A.C. el 4 de octubre de 1964; el primer colegio de Educación Especial en Nuevo León, teniendo sede en la calle Matamoros con Degollado en Monterrey. Fue así como José y Valentina fueron  parte de un movimiento pionero, no sólo en el estado, sino en el País, ya que en ese año de 1964, sólo había escuelas para ciegos y débiles visuales, y de audición y lenguaje.

En cuanto se supo de la apertura de la escuela llegaron familias con niños y adultos de variados niveles de discapacidad. Como José y Valentina se habían propuesto no negarle la entrada a nadie por razones económicas, muchos niños que no podían costear la inscripción fueron becados.

Trece años después de la fundación del CREE, A.C., el 4 de octubre de 1977, falleció José y Valentina quedó a cargo de la Institución.

En 1978, el colegio se muda a otra sede en Miguel Nieto en el Centro de Monterrey. Finalmente, en 1984 Fomento Moral y Educativo, A.C. otorgó en comodato vitalicio una propiedad que perteneció a Don Luis Elizondo, ubicada en Bolivia 150 en la Colonia Vista Hermosa, lugar donde actualmente se encuentra el CREE, A.C.

Hasta el año 2000, la dirección estuvo a cargo de Valentina, quien por razones de salud no pudo seguir. Se incorporó en ese año su nuera María Olivia como Directora Administrativa, y un año mas tarde se incorporó como Directora General la nieta mayor de Valentina, María Valentina.

 

El 25 de noviembre del 2013, Valentina falleció a los 91 años de edad.

 

En Octubre de este año (2019) el Centro Regiomontano de Educación Especial, A.C. cumplirá 55 años de labor ininterrumpida. Actualmente, se atienden a 80 alumnos, quienes están divididos por grupos, dependiendo de las habilidades de cada uno. Cabe mencionar que el 85% de ellos cuenta con alguna beca económica otorgada por la Institución.

El CREE, A.C. es la única Institución en el Estado que, desde su fundación, recibe a personas con discapacidad intelectual profunda sin importar su edad y nivel socioeconómico. El día de hoy el colegio continúa con su misión: La rehabilitación y educación de niños(as), jóvenes y adultos(as) con discapacidad intelectual profunda para desarrollar al máximo sus habilidades y así mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

 

¿Qué ha pasado con Luly?

 

Luly, la niña en estado vegetal que no podría responder a estímulos a su alrededor y cuya vida sería corta, actualmente es un adulto alegre que camina, va al baño sola, come sola, hace bromas, dice frases cortas (aunque su lenguaje es limitado, dice el nombre de sus maestras, pastel, coca, agua, entre otras). Y lo que más ama en el mundo es ir al colegio. Ella, a sus 58 años de edad, tiene una edad neurológica de 1.6 años aproximadamente.

Lo que Lourdes no sabe es que fue fuente de inspiración para que muchas familias que viven la discapacidad recibieran apoyo. Los padres de Luly, durante muchos años, vieron grandes avances en su hija y por eso lucharon por mantener el colegio y así beneficiar a muchas más familias.

 

“El amor encuentra caminos de esperanza donde la razón solo ve un horizonte oscuro y frustrante”.

 

 


ÉXITOS

  • CreeAC_2016-160 chicoPioneros de la Educación Especial en el Estado de Nuevo León.
  • 55 años de permanencia institucional a favor de la discapacidad, con tres generaciones involucradas en este servicio.
  • Primer colegio de Educación Especial de su tipo incorporado a la Secretaría de Educación desde 1977.
  • Beneficiados por 5 años con proyectos de equipamiento por parte del CRIT (Teletón).
  • Alianza con la Compañía Internacional “Advanced Brain Technologies” en la investigación de terapias de vanguardia.
  • Certificación de terapia Snoezelen.
  • Certificación de las Terapias: “The Listening Program”, “InTime”, “TAVS: Tests of Auditory and Visual Skills” y Diagnóstico de Autismo.
  • Reconocimiento otorgado por Fomento Moral y Educativo, A.C. por ser una Institución con Perspectiva de Crecimiento en el 2005.
  • Beneficiados del Programa de Ayuda para Instituciones de Beneficencia “Que Vivan los Niños 2010” de Fundación Televisa.
  • Beneficiados por el Programa “Tigres al Rescate 2014-2015” de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
  • Primer Congreso Internacional “Verte Crecer” sobre desarrollo de habilidades.
  • Dos Campañas Financieras para recaudar fondos para la Institución por medio de tarjeta de crédito en los años 2013 y 2017.
  • Certificación “Confío” Modelo de Transparencia 2018.